El Nuevo Orden (en alemán Neuordnung) de Europa era el orden político que la Alemania nazi quería imponer en las áreas conquistadas bajo su dominio. Fue proclamado públicamente por Adolf Hitler en 1941:
El año 1941 será, estoy convencido, el año histórico de un gran Nuevo Orden Europeo.[1]
Entre otras cosas, implicó la creación de un Estado racial pangermánico estructurado de acuerdo con la ideología nazi, a efectos de garantizar la supremacía de una supuesta raza principal aria-nórdica, la expansión territorial masiva en Europa Central y Oriental a través de su colonización por alemanes étnicos, la aniquilación física de los judíos, eslavos (especialmente polacos y rusos), romaníes ("gitanos"), y otros grupos considerados "indignos de la vida", y el exterminio, expulsión, o esclavitud, de la mayoría de los pueblos eslavos y otros considerados "racialmente inferiores".[2]
Los historiadores todavía están divididos en cuanto a sus objetivos finales, algunos creen que se limitaría a la dominación nazi alemana de Europa, mientras que otros sostienen que fue un trampolín para la eventual conquista mundial y el establecimiento de un gobierno mundial bajo control alemán.[3]
El Führer expresó su convicción inquebrantable de que el Reich será el jefe de toda Europa. Todavía tendremos que participar en muchas peleas, pero las mismas indudablemente conducirán a las victorias más maravillosas. A partir de ahí, el camino hacia la dominación mundial es prácticamente seguro. Quien domine Europa asumirá así el liderazgo del mundo.Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda, 8 de mayo de 1943.[4]
En lo que respecta a la religión, se estableció en el Castillo de Wewelsburg un centro espiritual en torno a las leyendas griálicas, la esvástica y el sol negro.[5] Himmler no lo consideró simplemente como un centro espiritual del Tercer Reich, sino como el centro espiritual del mundo.[6]